Hace mucho tiempo, cuando Jae Lee todavía empezaba se lanzó a realizar Hellshock y le ha llevado mucho tiempo culminar una obra plagada de dificultades, pero al final se ha hecho y se puede disfrutar nuevamente de su estilo gótico. Una oportunidad para ver a Jae Lee en acción ya que desde que empezó con Dark Tower en la que ya lleva sobre año y medio no ha estado trabajando en nada nuevo, ha sido el primer año que no ha publicado nada y el duro esfuerzo fuera de lo habitual de satisfacer al gran maestro del terror Stephen King le va a tener ocupado durante los próximos años aunque sin duda le recompensará en fama a un artista que no deja de crecer y evolucionar como Hellshock permite atestigüar.
Hellshock: The Definitive Edition ha surgido de la mente de Jae Lee, es su propia creación por fín completada en 144 páginas a lo largo de 10 años y que incluso en su publicación ha visto dilatada su salida en más de un año debido a la labor de recoloreado y remasterizado. Por otra parte el color original ha desaparecido y José Villarrubia es sustituido por June Chung que sin embargo se ciñe al trabajo original, el final alternativo que se presenta está en cambio realizado en blanco y negro, además de la inclusión del último capítulo y conclusión nunca visto antes y más de 20 páginas de extras.
Hellshock © Jae Lee
Hellshock es uno de los mejores trabajos de Image Comics en los 90, se planeó en 2 miniseries una en el 94 de corte más parecido a los comics espectaculares y sin demasiada profundidad de entonces que no tiene practicamente relación con la posterior que se realizó en el 97 y que es más un comic de autor cercano a la literatura. La historia de Hellshock transcurre en un hospital donde una joven interna de psiquiatría encuentra a un enigmático extraño que cree que es una presencia angelical en esta tierra. La nueva versión de Daniel no será como la de la primera miniserie, tiene mucho menos de sobrenatural que antes y aumenta su capacidad de suscitar emociones en la protagonista.
Jae Lee considera Hellshock el momento clave de su carrera que le llevó a desarrollarse como artista en la barahunta de comics con aspecto espectacular que se realizaba en los 90, y descontento con el resultado de la primera serie abandonó la idea de continuarla y comenzó de nuevo, haciendo apreciable una ruptura artística. Esta segunda y última es la que está contenida en esta recopilación.
Hellshock © Jae Lee
Si ya ahí la evolución de Jae Lee es palpable, no solo de la primera miniserie a la segunda que se alargó durante mucho tiempo, el tercer número llevo cerca de un año publicarlo, y el cuarto nos ha hecho esperar hasta ahora de modo que incluso dentro de la segunda que nos ocupa ahora produce un salto espectacular en la madurez de Jae Lee como artista, aunque la conclusión que la cierra ahora abusa de páginas y secuencias largas y con poca narrativa orientadas a una ambientación lírica. La historia durante su creación le causó muchos quebraderos de cabeza y tenía que volver a redibujar páginas conforme hacía correciones, la experiencia de escribir su propia obra fue tan ardua que todavía es retizente a realizar una tarea semejante y de hacerlo trataría de terminarla incluso antes de que se publique para que no sea el largo calvario que ha sido Hellshock.
Hellshock © Jae Lee
La parte artística es el mayor atractivo de esta obra, que ahora con Jae Lee plenamente reconocido y la recuperación de Hellshock como una obra perdida es curioso confrontar con las críticas que lo perseguían por aquella época con su estilo tan contrastado de claroscuros que se lo achacaban a una necesidad de ocultar sus problemas con el dibujo de las figuras. En el estilo del capítulo que finaliza esta obra, Jae Lee demuestra que ha adquirido una maestría que ya está por encima de cualquier reproche que se le hiciera, y también las historias mostrarán una variación de estilo, una narración mucho más lenta y una visualización más bucólica de las escenas alejada del estilo de su juventud. Coincidiendo o no con Dark Tower seguramente este Hellshock tendrá una recepción diferente a la que tuvo hace tiempo.
Hellshock: The Definitive Edition ha surgido de la mente de Jae Lee, es su propia creación por fín completada en 144 páginas a lo largo de 10 años y que incluso en su publicación ha visto dilatada su salida en más de un año debido a la labor de recoloreado y remasterizado. Por otra parte el color original ha desaparecido y José Villarrubia es sustituido por June Chung que sin embargo se ciñe al trabajo original, el final alternativo que se presenta está en cambio realizado en blanco y negro, además de la inclusión del último capítulo y conclusión nunca visto antes y más de 20 páginas de extras.
Hellshock es uno de los mejores trabajos de Image Comics en los 90, se planeó en 2 miniseries una en el 94 de corte más parecido a los comics espectaculares y sin demasiada profundidad de entonces que no tiene practicamente relación con la posterior que se realizó en el 97 y que es más un comic de autor cercano a la literatura. La historia de Hellshock transcurre en un hospital donde una joven interna de psiquiatría encuentra a un enigmático extraño que cree que es una presencia angelical en esta tierra. La nueva versión de Daniel no será como la de la primera miniserie, tiene mucho menos de sobrenatural que antes y aumenta su capacidad de suscitar emociones en la protagonista.
Jae Lee considera Hellshock el momento clave de su carrera que le llevó a desarrollarse como artista en la barahunta de comics con aspecto espectacular que se realizaba en los 90, y descontento con el resultado de la primera serie abandonó la idea de continuarla y comenzó de nuevo, haciendo apreciable una ruptura artística. Esta segunda y última es la que está contenida en esta recopilación.
Si ya ahí la evolución de Jae Lee es palpable, no solo de la primera miniserie a la segunda que se alargó durante mucho tiempo, el tercer número llevo cerca de un año publicarlo, y el cuarto nos ha hecho esperar hasta ahora de modo que incluso dentro de la segunda que nos ocupa ahora produce un salto espectacular en la madurez de Jae Lee como artista, aunque la conclusión que la cierra ahora abusa de páginas y secuencias largas y con poca narrativa orientadas a una ambientación lírica. La historia durante su creación le causó muchos quebraderos de cabeza y tenía que volver a redibujar páginas conforme hacía correciones, la experiencia de escribir su propia obra fue tan ardua que todavía es retizente a realizar una tarea semejante y de hacerlo trataría de terminarla incluso antes de que se publique para que no sea el largo calvario que ha sido Hellshock.
La parte artística es el mayor atractivo de esta obra, que ahora con Jae Lee plenamente reconocido y la recuperación de Hellshock como una obra perdida es curioso confrontar con las críticas que lo perseguían por aquella época con su estilo tan contrastado de claroscuros que se lo achacaban a una necesidad de ocultar sus problemas con el dibujo de las figuras. En el estilo del capítulo que finaliza esta obra, Jae Lee demuestra que ha adquirido una maestría que ya está por encima de cualquier reproche que se le hiciera, y también las historias mostrarán una variación de estilo, una narración mucho más lenta y una visualización más bucólica de las escenas alejada del estilo de su juventud. Coincidiendo o no con Dark Tower seguramente este Hellshock tendrá una recepción diferente a la que tuvo hace tiempo.
A mí Jae Lee es un dibujante que me encanta, incluso desde los primeros tiempos, y, como decías ha evolucionado de forma estupenda.
ResponderEliminarA ver si podemos ver editado por aquí el tomo, que a Hellshock le tengo muchas ganas...