Steve Gerber, un creador por el que tengo auténtica devoción, ha desvelado recientemente en su blog la terrible noticia de que tiene una enfermedad mortal y sin curación a no ser que reciba un transplante de pulmón, y no es por fumar. Por ahora ha superado las pruebas que le han puesto para estar en la lista aunque todavía tiene que superar otras, también le habían hecho una limpieza arterial recientemente de la que se había recuperado con éxito y que había relatado previamente. Ahora revela que se la descubrieron a causa de esta enfermedad que al parecer lleva padeciendo años y que ahora está en sus etapas finales. Gerber ha querido agradecer a la Hero Initiative toda la ayuda que le están prestando. Casualmente o quizás no, Steve Gerber iba a ver republicada algunas de sus obras más locas en estos mismos momentos, Destroyer Duck y Stewart the Rat ambas por About Comics, pero la primera de ellas y que nos ocupa lamentablemente ha sido cancelada recientemente.
Destroyer Duck como decimos iba a ser reeditada por About Comics en una novela gráfica de 120 páginas con una nueva introducción de Steve Gerber, se trataba de una edición para celebrar el 25 aniversario de una obra que cuenta con el dibujo de Jack Kirby, el cual está este año en plena efervescencia ya que también reedita Silver Star por Image Comics, el cuarto volumen del Fourth World Omnibus y Devil Dinosaur.
Steve Gerber había realizado previamente una de sus obras más exitosas, Howard the Duck, Gerber demandó a Marvel para hacerse con los derechos de su personaje pero no pudo conseguirlo y tampoco se llegaron a hacer públicos los resultados del acuerdo, para hacelo más complicado también tuvieron una demanda de Disney alegando similitudes con el Pato Donald. Gerber se unió a Kirby entintado por Alfredo Alcalá en su cruzada, Kirby también las estaba pasando mal para conseguir que la casa de las ideas le devolviera sus originales, aunque curiosamente no llegaron a acabar la historia, alcanzaron los 5 números y la terminaron Buzz Dixon y Gary Kato.
Hay que señalar también que otro que ayudó a la causa fue Joe Staton con su E-Man que por asombroso azar también ha vuelto el personaje hace menos de un año con Digital Webbing y se prepara para repetir otra vez próximamente, tal ayuda de otros autores no es de extrañar ya que Marvel había dejado claro y se sabía que sus intenciones era continuar pleiteando para hacerlo tan costoso que Gerber acabara por rendirse. Gordon Kent que hace un tiempo estaba escribiendo nuevos gags para la pantera rosa también manifestó que coloreó el comic sin cobrar un solo centimo.
Así que Destroyer Duck fue publicado por la gran Eclipse Comics a principios de los 80, y hay que señalar una curiosidad bien conocida por todos, Destroyer Duck tenía la primera aparición de Groo the Wanderer de Sergio Aragones, el personaje estaba en el cajón de materiales sin publicar y Aragones le dijo que escogiera el que quisiera a Mark Evanier que estaba con Eclipse y junto a Gerber habían decidido preguntarle.
Destroyer Duck © Steve Gerber, Jack Kirby
Destroyer Duck además de tener como objetivo financiar la disputa legal de Gerber con Marvel también tiene otros motivos para ser recordado a parte de como obra en sí, surgió a propuesta de Dean Mullaney de Eclipse comics que quería producir un funny book. Todo el movimiento ayudó en su época a la concienciación de la pertenencia de los derechos de los personajes a los autores, la lucha de Gerber convenció a otros autores pero Destroyer Duck tuvo como decimos otras repercusiones y es que por la época, a principios de los 80 pocas editoriales independientes publicaban en color, y para este tipo de comic corría la idea de que se necesitaba estar en una gran compañía, Destroyer Duck rompió esos clichés y según relató el propio Mark Evanier con una edición de gran calidad desmitificó la publicación de funny books que en aquel momento se asemejaba a los fanzines.
Gerber es un fantástico mago del surrealismo, lo estrambótico y el humor y ha creado algunos de los personajes y secundarios más delirantes hechos nunca para acompañar sus historias rozando la completa locura y Destroyer Duck no es una excepción. Pero también el mundo real trascendió un poco en la vorágine creacional de Gerber y es que Duke Duck, el nombre original del personaje, se ve inmerso en una aventura de venganza y lucha paralela.
Destroyer Duck © Steve Gerber, Jack Kirby
Así Gerber también tiró a dar en Destroyer Duck, ya que uno de los personajes amigo del protagonista, que se descubriría en el crossover posterior con Image que se llamaba Leonard, desapareció repentinamente solo para reaparecer y ser matado tras haber sido explotado y arruinado por una mega empresa de otra dimensión llamada Godcorp, en una clara alusión a Marvel. La historia se convirtió en una venganza y un posterior rescate cuando se descubrió que el pato asesinado no era más que un clon, lo cual además guarda numerosas similitudes con por ejemplo la desaparición de los comics de Howard the Duck o el tema del clon y la propia similitud de Destroyer Duck.
Destroyer Duck volvió años más tarde en un crossover con Savage Dragon y con las Tortugas Ninja y Spider-man también por ahí, y sí, también Howard the Duck, personaje con el cual volvió a trabajar Gerber en una miniserie para Marvel en el sello para adultos Max que Planeta publicó por estos lares, contando con el dibujo de Phil Winslade. Esperemos que la reedición vea la luz y más importante que Steve Gerber siga dandonos alegrías. Y por aquí podría ocurrirsele a Panini recuperar el Essential Howard the Duck que Marvel ha publicado.
Destroyer Duck como decimos iba a ser reeditada por About Comics en una novela gráfica de 120 páginas con una nueva introducción de Steve Gerber, se trataba de una edición para celebrar el 25 aniversario de una obra que cuenta con el dibujo de Jack Kirby, el cual está este año en plena efervescencia ya que también reedita Silver Star por Image Comics, el cuarto volumen del Fourth World Omnibus y Devil Dinosaur.
Steve Gerber había realizado previamente una de sus obras más exitosas, Howard the Duck, Gerber demandó a Marvel para hacerse con los derechos de su personaje pero no pudo conseguirlo y tampoco se llegaron a hacer públicos los resultados del acuerdo, para hacelo más complicado también tuvieron una demanda de Disney alegando similitudes con el Pato Donald. Gerber se unió a Kirby entintado por Alfredo Alcalá en su cruzada, Kirby también las estaba pasando mal para conseguir que la casa de las ideas le devolviera sus originales, aunque curiosamente no llegaron a acabar la historia, alcanzaron los 5 números y la terminaron Buzz Dixon y Gary Kato.
Hay que señalar también que otro que ayudó a la causa fue Joe Staton con su E-Man que por asombroso azar también ha vuelto el personaje hace menos de un año con Digital Webbing y se prepara para repetir otra vez próximamente, tal ayuda de otros autores no es de extrañar ya que Marvel había dejado claro y se sabía que sus intenciones era continuar pleiteando para hacerlo tan costoso que Gerber acabara por rendirse. Gordon Kent que hace un tiempo estaba escribiendo nuevos gags para la pantera rosa también manifestó que coloreó el comic sin cobrar un solo centimo.
Así que Destroyer Duck fue publicado por la gran Eclipse Comics a principios de los 80, y hay que señalar una curiosidad bien conocida por todos, Destroyer Duck tenía la primera aparición de Groo the Wanderer de Sergio Aragones, el personaje estaba en el cajón de materiales sin publicar y Aragones le dijo que escogiera el que quisiera a Mark Evanier que estaba con Eclipse y junto a Gerber habían decidido preguntarle.
Destroyer Duck además de tener como objetivo financiar la disputa legal de Gerber con Marvel también tiene otros motivos para ser recordado a parte de como obra en sí, surgió a propuesta de Dean Mullaney de Eclipse comics que quería producir un funny book. Todo el movimiento ayudó en su época a la concienciación de la pertenencia de los derechos de los personajes a los autores, la lucha de Gerber convenció a otros autores pero Destroyer Duck tuvo como decimos otras repercusiones y es que por la época, a principios de los 80 pocas editoriales independientes publicaban en color, y para este tipo de comic corría la idea de que se necesitaba estar en una gran compañía, Destroyer Duck rompió esos clichés y según relató el propio Mark Evanier con una edición de gran calidad desmitificó la publicación de funny books que en aquel momento se asemejaba a los fanzines.
Gerber es un fantástico mago del surrealismo, lo estrambótico y el humor y ha creado algunos de los personajes y secundarios más delirantes hechos nunca para acompañar sus historias rozando la completa locura y Destroyer Duck no es una excepción. Pero también el mundo real trascendió un poco en la vorágine creacional de Gerber y es que Duke Duck, el nombre original del personaje, se ve inmerso en una aventura de venganza y lucha paralela.
Así Gerber también tiró a dar en Destroyer Duck, ya que uno de los personajes amigo del protagonista, que se descubriría en el crossover posterior con Image que se llamaba Leonard, desapareció repentinamente solo para reaparecer y ser matado tras haber sido explotado y arruinado por una mega empresa de otra dimensión llamada Godcorp, en una clara alusión a Marvel. La historia se convirtió en una venganza y un posterior rescate cuando se descubrió que el pato asesinado no era más que un clon, lo cual además guarda numerosas similitudes con por ejemplo la desaparición de los comics de Howard the Duck o el tema del clon y la propia similitud de Destroyer Duck.
Destroyer Duck volvió años más tarde en un crossover con Savage Dragon y con las Tortugas Ninja y Spider-man también por ahí, y sí, también Howard the Duck, personaje con el cual volvió a trabajar Gerber en una miniserie para Marvel en el sello para adultos Max que Planeta publicó por estos lares, contando con el dibujo de Phil Winslade. Esperemos que la reedición vea la luz y más importante que Steve Gerber siga dandonos alegrías. Y por aquí podría ocurrirsele a Panini recuperar el Essential Howard the Duck que Marvel ha publicado.
En su día compré el Essential Howard the Duck y me partí toda la caja leyendolo. Que grandes eran esos tebeos llenos de surrealismo y psicodelia.
ResponderEliminarPD: ¿No te molaría una columna semanal o como quisieras en +Q Comics hablando de estos tebeos de los que nadie habla más que tu, o de generos de comics distintos a los superheroicos, o de autores de este tipo...? Venga animate, que te estamos esperando. :)