Cairo es una novela gráfica prevista para otoño del 2007, escrita por el periodista freelance G. Willow Wilson que vive en dicha ciudad e ilustrada por el artista turco M.K. Perker, es una compleja fabula situada en la metropolí de el Cairo, la ciudad más grande de Oriente Medio y de África, entretejiendo las vidas en una zona dominada por la droga, con personajes como un perdiodista, un americano expatriado, un soldado israelí y más que luchan por la supervivencia y encuentran un hookah (un aparato asiático que se utiliza para fumar muchas sustancias que habreis visto en multitud de comics o películas) que es asombrosamente valioso ya que es el hogar de un genio.
Cairo © G. Willow Wilson & M.K. Perker
G. Willow Wilson es el autor de Cairo y ha escrito sobre la ciudad, Oriente Medio y el Islam para Cairo Magazine, Atlantic Monthly, y los blogs New Cairo y ProgressiveIslam.org. el cual describe Cairo como una historia de aventura pero con elementos inusualmente serios para un comic de este tipo, trata de 5 personas violentamente muy diferentes que se ven unidas por el genio de un hookah, es divertido, tiene luchas y peleas con espadas, el comic es también un homenaje a la ciudad de la cual toma su nombre. El Cairo es una de las más viejas y más extrañas capitales del mundo y vivir allí puede ser una experiencia muy surreal. Con todo es una ciudad que realmente no se conoce en Occidente, los ciudadanos de esta suelen referirse a esta como "ella" con lo que en el comic llega a ser como un personaje en si mismo.
G. Willow Wilson es más coonocido como un periodista y comentarista por lo que sorprende su llegada a la novela gráfica y a los comics, confiesa que ha sido siempre un drogadicto de los comics, cuando niño le obsesionaban los X-Men, de adolescente otros títulos más literarios como The Sandman, Transmetropolitan, Preacher y Shade: The Changing Man. Y en su mente siempre deseó algún día escribir unas historias que son demasiado complejas visualmente para la prosa, y demasiado literarias para las películas, así fue como surgió el embrión de El Cairo como novela gráfica, nunca consideró escribir sobre ella como novela en prosa.
Una de las cosas que le preocupa como periodista es recibir información sin filtro, tener acceso a esta de forma apolítica, y esto es muy dificil, hay unas realidades políticas muy distintas a las emocionales, uno de los personajes del comic es un soldado del ejército israelí, otro es un periodista egipcio, otro es un chico joven que quiere unirse a una organización de la Jihad. Con tal mezcla de ideas, puedes conseguir crear mucha polémica lo que hace es quitar a esos personajes de su contexto político y los envía en esa busqueda a través de El Cairo. En la ficción, cuando sacudes la realidad y la infundes con algo extraño e inesperado, puedes forzar a los personajes a convertirse cada vez más en ellos mismos, como individuos, no hay normalidad, ningún status quo, ninguna jerga a la que seguir. Esto permite que veas a la gente en lugar de a través de una lente política, de una forma emocional y personal.
La conexión con el artista de la novela gráfica M.K. Perker fue a través de Karen Berger y Joan Hilty, los editores del comic, lo encontraron. Perker había estado centrado en su trabajo durante algún tiempo, pero esperaba el proyecto adecuado para acercarse al medio, puesto que Cairo necesita a alguien que este al corriente de la arquitectura del Oriente Medio, las caras de la gente, la manera de vestir diferente, fue realmente un regalo venido del cielo, M.K. Perker es de Estambul.
El matiz visual que trae a la historia es más interesante de lo esperado, y realmente es brillante cuando crea las partes que no existen y las narraciones surrealistas y de la vida en general, ambos autores tuvieron una larga charla y le considera un gran artista y una gran persona.
También hay una anecdota, Neil Gaiman siempre ha sido uno de los héroes literario de Willow desde que leyó The Sandman a los 15 años, le vió varias veces, y en la universidad por diversión hizo de un recorte de este, un maqam que es una manera de recordar y honrar a un santo musúlmán, la guardó como un recordatorio del tipo de historia que deseaba hacer, sobrevivió de alguna manera y llegó con el a El Cairo, después de graduarse, la mujer que le limpiaba el cuarto preocupada por que adorara un idolo se la tiró por la ventana y así terminó el Sayyid (Santo) Gaiman.
G. Willow Wilson es el autor de Cairo y ha escrito sobre la ciudad, Oriente Medio y el Islam para Cairo Magazine, Atlantic Monthly, y los blogs New Cairo y ProgressiveIslam.org. el cual describe Cairo como una historia de aventura pero con elementos inusualmente serios para un comic de este tipo, trata de 5 personas violentamente muy diferentes que se ven unidas por el genio de un hookah, es divertido, tiene luchas y peleas con espadas, el comic es también un homenaje a la ciudad de la cual toma su nombre. El Cairo es una de las más viejas y más extrañas capitales del mundo y vivir allí puede ser una experiencia muy surreal. Con todo es una ciudad que realmente no se conoce en Occidente, los ciudadanos de esta suelen referirse a esta como "ella" con lo que en el comic llega a ser como un personaje en si mismo.
G. Willow Wilson es más coonocido como un periodista y comentarista por lo que sorprende su llegada a la novela gráfica y a los comics, confiesa que ha sido siempre un drogadicto de los comics, cuando niño le obsesionaban los X-Men, de adolescente otros títulos más literarios como The Sandman, Transmetropolitan, Preacher y Shade: The Changing Man. Y en su mente siempre deseó algún día escribir unas historias que son demasiado complejas visualmente para la prosa, y demasiado literarias para las películas, así fue como surgió el embrión de El Cairo como novela gráfica, nunca consideró escribir sobre ella como novela en prosa.
Una de las cosas que le preocupa como periodista es recibir información sin filtro, tener acceso a esta de forma apolítica, y esto es muy dificil, hay unas realidades políticas muy distintas a las emocionales, uno de los personajes del comic es un soldado del ejército israelí, otro es un periodista egipcio, otro es un chico joven que quiere unirse a una organización de la Jihad. Con tal mezcla de ideas, puedes conseguir crear mucha polémica lo que hace es quitar a esos personajes de su contexto político y los envía en esa busqueda a través de El Cairo. En la ficción, cuando sacudes la realidad y la infundes con algo extraño e inesperado, puedes forzar a los personajes a convertirse cada vez más en ellos mismos, como individuos, no hay normalidad, ningún status quo, ninguna jerga a la que seguir. Esto permite que veas a la gente en lugar de a través de una lente política, de una forma emocional y personal.
La conexión con el artista de la novela gráfica M.K. Perker fue a través de Karen Berger y Joan Hilty, los editores del comic, lo encontraron. Perker había estado centrado en su trabajo durante algún tiempo, pero esperaba el proyecto adecuado para acercarse al medio, puesto que Cairo necesita a alguien que este al corriente de la arquitectura del Oriente Medio, las caras de la gente, la manera de vestir diferente, fue realmente un regalo venido del cielo, M.K. Perker es de Estambul.
El matiz visual que trae a la historia es más interesante de lo esperado, y realmente es brillante cuando crea las partes que no existen y las narraciones surrealistas y de la vida en general, ambos autores tuvieron una larga charla y le considera un gran artista y una gran persona.
También hay una anecdota, Neil Gaiman siempre ha sido uno de los héroes literario de Willow desde que leyó The Sandman a los 15 años, le vió varias veces, y en la universidad por diversión hizo de un recorte de este, un maqam que es una manera de recordar y honrar a un santo musúlmán, la guardó como un recordatorio del tipo de historia que deseaba hacer, sobrevivió de alguna manera y llegó con el a El Cairo, después de graduarse, la mujer que le limpiaba el cuarto preocupada por que adorara un idolo se la tiró por la ventana y así terminó el Sayyid (Santo) Gaiman.
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